Un adiós forzado: Sánchez Lorenzo

Son cosas que pasan. Gente que se queda en el camino por mil razones, algunos ni atisban el horizonte y otros, como es el caso, ven el laurel cerquita cerca, pero no lo pueden agarrar porque su cuerpo se niega a ello.
María Antonia Sánchez Lorenzo es un ejemplo de promesa que no cuajó tanto como el tenis español esperaba. Fue un caso parecido a Kournikova, una bella con enormes posibilidades que explotar, sólo que la rusa se abandonó por la publicidad mientras que la española hizo todo lo contrario: luchó contra las carencias de su cuerpo hasta que éste no pudo más.

Su padre le metió el gusanillo del tenis a los ocho años y desde ahí empezó a crecer. Tenía una potente derecha y un revés excelente, pero cuando podía haber dado el salto definitivo a los primeros puestos del ránking (el mejor que ocupó fue el 33 en 2004) se le diagnosticó desidrosis soriática, una rara enfermedad que afectaba a sus manos produciéndole un fuerte dolor y heridas en ambas extremidades. Incluso siendo una enfermedad crónica y a pesar de tratarse de una tenista, María Antonia no se rindió. Lo asumió y aprendió a vivir con ello. Tenía 22 años.

La mala suerte nunca la abandonó. Dos más tarde acudió al médico con un fuerte dolor de espalda y descubrieron que se le estaban soldando dos vértebras y ambas pinzaban el nervio ciático, por lo que tuvo que retirarse del tenis. Fue un duro revés aunque, cuando se recuperó, lograría su mejor ránking. Sin embargo, la ciática volvió a reproducirse hace pocos meses y la tenista dijo basta: "No tengo ya la suficiente paciencia para remontar esto. Cuando me pasó en 2002 tenía cuatro años menos, pero ahora no me veo con fuerzas para empezar de nuevo".

María Antonia Sánchez Lorenzo cerró en Estepona (Málaga, España) su carrera profesional hace unos días tras ser eliminada por 6-2 y 6-0 por Lourdes Domínguez en los cuartos de final del Máster Nacional de Tenis, Copa de la Reina. Profesional desde 1992, María Antonia Sánchez fue campeona de España junior en 1993 y cierra una carrera en la que ha disputado 591 encuentros como profesional, de los que ha ganado 308. En su trayectoria, la salmantina logró la victoria en 1999 en el torneo WTA de Knokke-Heist y llegó a las finales en Madrid (2003) y Bogotá (2004). En su trayectoria en los torneos de Grand Slam, María Antonia Sánchez ha logrado 23 victorias individuales, fue octavo finalista en el Abierto de Australia en 1999 y llegó a la tercera ronda de Wimbledon (1999), Roland Garros (1999 y 2003) y US Open (2003).

En su último partido del 12 de diciembre de 2006... "Ha sido una pena terminar lesionada, pero debe de ser cosa del destino. En el primer juego ya vi que no podía apoyar el pie derecho, que me temblaba la pierna, pero éste era mi último partido y lo quería acabar. Me duele especialmente porque tenía mucha ilusión en este Máster y, después de haber tenido que abandonar los torneos anteriores por culpa de las lesiones, quería marcharme del tenis jugando hasta el final", explicaba María Antonia. "Está aquí toda mi familia, todos mis amigos y quiero quedarme con lo positivo, con el buen ambiente que estoy viviendo estos días junto a todos ellos", afirmaba.

Se ha ido, pues, como vivió, lesionada. Pero, eso sí, nadie podrá decir nunca que se rindió antes de tiempo.